jueves, 1 de noviembre de 2012

LA CIUDAD ROJA



Tikal o Tik'al, es uno de los mayores yacimientos arqueológicos y centros urbanos de la civilización maya precolombina. Está situado en la región de Petén, en el territorio actual de Guatemala y forma parte del Parque Nacional Tikal que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por UNESCO en 1979.
Tikal fue la capital de un estado conflictivo que se convirtió en uno de los reinos más poderosos de los antiguos mayas. Aunque la arquitectura monumental del sitio se remonta hasta el siglo IV a. C., Tikal alcanzó su apogeo durante el Período Clásico, entre 200 y 900 d. C.
Durante este tiempo, la ciudad dominó gran parte de la región maya en el ámbito político, económico y militar, mientras interactuando con otras regiones a lo largo de Mesodérmica, incluso con la gran metrópolis de Teotihuacan en el lejano Valle de México. Después del Período Clásico no se construyeron monumentos mayores, nada más que algunos palacios de la élite fueron quemados y la población gradualmente disminuyó hasta que el sitio fue abandonado a finales del siglo X.
Con una larga lista de gobernantes monárquicos, el descubrimiento de muchas de sus respectivas tumbas y el estudio de sus monumentos, templos y palacios, Tikal es probablemente la mejor de las grandes ciudades mayas de las tierras más bajas de Mesoamérica.
Su extensa región llena de muchas piedras Intentando dejar claro la enorme dificultad de trabajar las piedras, muy duras y tenaces, pero con brevedad y esmero se fue trabajando cada tipo de piedra, la primera fue el pórfido. Esta es una piedra roja con minúsculas manchas blancas; dónde comúnmente se cree que al extraerla es más blanda que cuando está fuera, porque la lluvia, el hielo y el sol; la hacen más dura y más difícil de elaborarla. De éste material hay infinitas obras trabajadas, una parte con los cinceles, que van serradas, y rebajadas con ruedas y con esmeriles poco a poco; como se pueden ver en diferentes lugares y en diferente cosas, en cuadros, redondas y otras formas para hacer pisos y para las estatuas, para los edificios, en numerosas grandes columnas y pequeñas y, en fuentes con distintas máscaras talladas con enorme diligencia.
Tikal es la ciudad más antigua y más grande descubierta hasta ahora en el Hemisferio Occidental. Predominan sus muchos templos y santuarios, donde se realizaban los cultos de la religión que dominaba la vida maya hasta un extremo difícil de imaginar. El pueblo vivía en casas de madera, con techo de paja y barro, estrechamente agrupadas en torno de templos y palacios de piedra (el Pórfido), donde residían los sacerdotes y nobles.
Y es que la vida de los mayas se ajustaba rígidamente a las alegrías y tristezas de sus alternativas, ya predestinadas. Algunos dioses regían por un día, un mes, un año o algún tiempo más. Si no eran propicios, deidades más favorables entraban de turno. El sacerdote podía aconsejar a la tribu si era oportuno plantar o vender maíz, o celebrar una boda.  Pero lo único que se sabe de estos siglos del período clásico es que la paz y la estabilidad que reinaron sugieren que allí dominó un régimen teocrático. Ya que existen indicios, como tronos destruidos y tallas mutiladas, de que el pueblo se rebeló contra los sacerdotes. Pero todavía veneraban a las antiguas deidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario