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Entrada a la gruta del Espíritu Santo |
Morazán,
una ciudad ubicada en la zona oriental de El Salvador que tiene como
limitaciones geográficas al Norte con la república de Honduras; al Sur-Oeste
con el departamento de San Miguel; y al Sur-Este con el departamento de La
Unión. La cabecera departamental es San Francisco Gotera, cuenta una altitud
entre 500 y 1 mil metros sobre el nivel del mar y comprende un territorio de
1.447 km²; contando con una población de 181.285 habitantes, adentrándonos en
el departamento encontramos la villa de Corinto; municipio que se encuentra a
48 kilómetros de la ciudad de San Francisco Gotera (Morazán), y a 200 kms
de San Salvador.
En los
últimos años se ha desarrollado el turismo en varias zonas del departamento.
Que hace un recorrido por la denominada Ruta de la Paz, recibe el titulo
después de la guerra civil en El Salvador y en la que esta región se vio
azotada drásticamente, este recorrido incluye los municipios de Perquín, El
Rosario, Arambala, Joateca, Cacaopera y por supuesto Corinto.
El
pueblo de Corinto fue fundado en la hacienda La Cueva el año 1882, como parte
de la jurisdicción de Cacaopera. En 1890 formó parte del distrito de Osicala y
en 1933 obtuvo el título de “villa”. Antiguamente se llamaba “La Cueva
del Diablo” dado que en las pictografías rupestres se encuentran imágenes
plasmadas al parecer de dos persona tomadas de la mano y que en su cabeza
tienen dos cachos, sin embargo los pocos pobladores y los padres franciscanos
que ya visitaban este lugar, entre ellos el presbítero Norberto Cruz, los
sacerdotes que lo acompañaban eran el padre Barcala y el padre Remes,
decidieron ponerle un nombre sagrado al lugar y lo bautizaron
como “La Cueva del Espiritu Santo”.
El
municipio tiene una extensión de 94,99 km² y la cabecera una altitud de 820
msnm. La principal atracción del lugar es la Cueva del Espíritu Santo que
contiene pinturas rupestres, se puede apreciar en sus paredes rocosas
pictografías de figuras geométricas, humanas y animales, con colores rojo,
amarillo, ocre y hasta morada.
El sitio
arqueológico se encuentra en el Caserío Llano Grande en el Cantón Corralito en
el municipio de Corinto, con una extensión territorial de 25 manzanas de
terreno.
Para
visitar este mágico lugar, si te encuentras en la ciudad de San Salvador puedes
abordar los buses de la Ruta 305 que te lleva hasta la ciudad de San Francisco
Gotera, o, la Ruta 301, ambas rutas en la Terminal de Oriente, y posteriormente
en la Terminal de San Miguel, tomas la Ruta 327 que te llevara hasta La Villa
de Corinto, estando ahí puedes abordar una moto taxi (motocicleta de tres
ruedas y con techo que se usa como medio de transporte popular para trechos
cortos”).
Corinto
es la población históricamente habitada mas antigua a lo largo y ancho de El
Salvador, sus principales pobladores fueron habitantes indígenas del periodo
arcaico o preclásico, este lugar tiene aproximadamente diez mil años de
existencia, por esta razón se reconoce como la mas antigua de centro america y
de américa latina.
La Gruta
del Espiritu Santo se trata de un lugar sublime entre montañas rocosas que
cobijan este apacible y mágico lugar lleno de historia arqueológica que en
tiempos antiguos los indígenas habitaron, y dejaron como legado histórico las
pinturas rupestres y retrogradados que se encuentran en este sitio
arqueológico.
La cueva
del espíritu santo es una gigantesca y valiosa joya nacional, que mide un
aproximado de veinte y cinco metros de altura, rodeada de piedras de gran
magnitud (conocidas como megalitos), en estas rocas se aprecian diversas
pictografías también llamadas (arte rupestre). Se observan también
petrograbados, todo esto ha sido realizado en los paredones rocosos del sitio.
Los
pictogramas impresos sobre las rocas tendrían un aproximado de unos 10
mil años de antigüedad. La cueva tiene forma de ave que esta sobrevolando,
En la
entrada se encuentran unos bloques rocosos, que posiblemente formaban parte del
techo de la cueva y que al parecer con el pasar de los años, la época lluviosa
y la falta de mantenimiento que tuvo este lugar en décadas pasadas se ha ido
deteriorando, por lo que deja entrever que esta cueva fue indudablemente
más grande en la antigüedad.
Con la
realización de diversos estudios a los pictogramas se han detectado una
variedad de problemas entre los que destaca la naturaleza de la piedra,
es como una esponja. Por dentro tiene un tipo de costra blanca, esta costra
recubre la pintura y la deforma es por este motivo que se pueden observar los daños
en las pinturas y ya no se ven.
Otro
factor que ha influido en el deterioro es que la gente que habita en los
alrededores del lugar ha hecho fogatas, para quemar carbón que posteriormente
vendían por sacos para las herrerías, y utilizaban la ceniza para cocer el jabón
de aceituna, las marcas de hollín han quedado inmerso en las paredes,
como pequeñas nubes negras y en algunas partes ha provocado
reventazones de la roca en la parte superior.
Además a
lo largo de los años, la gente les ha tirado piedras tratando de destruir los
pictogramas que se encuentran en el lugar, otro factor importante de mencionar
que ha causado daños severos en este rupestre lugar fue la época de la guerra
civil en este país, por lo que se observan balazos con arma larga que han hecho
perforaciones y que de tal forma han contribuido al deterioro de las
pictografías. En este sitio se ha encontrado material cerámico del período
clásico y de la fase lepa; pero también se han encontrado algunos petrograbados
que datan del posclásico. Por lo que se ha podido constatar hay una súper
imposición de pinturas, que nos dice se elaboraron de forma continua.
La cueva
está bastante contaminada y hay bastante filtración de agua con material
pétreo, lo que se llama lixidación (costra blanca), que daña las pinturas. Eso
contamina y crea confusión en la datación. También, está el problema de que,
por varias décadas, la cueva fue utilizada para quemar leña para carbón.
Al
subir la imponente gruta por un sendero se observa la ciudad de Corinto y
todo el medio natural que le rodea, caracterizado por formaciones rocosas que
nosotros comúnmente conocemos como talpetate, que desde lejos parecen inmensas
manchas sobre la tierra.
Corinto
y el departamento de Morazán fue un lugar duramente golpeado por la guerra durante
los años 80 y en la cueva se pueden observar perforaciones de balas, ya que fue
utilizado como escudo para resguardarse de los ataques, por tal razón se
han dañado algunas de las pictografías, entre otros daños con los que ha sido
asediado este monumento nacional.
En más
de una ocasión este sitio arqueológico ha sido investigado, destacando la
primera exploración con estudios realizados en esta zona en los años 1954 y
1958, por parte del arqueólogo Wolfgang Haberland, y en 1972 publicó un
artículo en la revista norteamericana Archaeology, donde mencionaba
principalmente la existencia de pinturas rojas, cafés y amarillas y algunos
grabados. Haberland trató de interpretar lo que estos antepasados quisieron
comunicar o dejar plasmado a través de estas pinturas rupestres. Asimismo hizo
excavaciones en el sitio arqueológico encontrando cuchillos de piedras de
obsidiana, puntas de flechas utilizadas para la cacería, rocas de pedernal que
utilizaban para hacer encender el fuego al rozarlas.
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Vista desde el interior |
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Vista desde el exterior |
Las
pinturas son conocidas desde finales del siglo XIX. En 1889, Santiago L.
Barbena publicó un artículo mencionándolas en el periódico nacional Los
Debates. En 1913, en Le journal de la Société des Américanistes, un artículo de
Atilio Peccorini, titulado Algunos datos de la arqueología de la República de
El Salvador, menciona la Cueva de Corinto, con inscripciones y dibujos en
distintos colores. Desde esas fechas, regularmente en periódicos y revistas
nacionales, se encuentran menciones de las pinturas.
http://www.asociaciontikal.com/pdf/43.97_-_Elisenda.pdf. Entre
las figuras que destacan pueden observarse se encuentran las de dos hombres
tomados de las manos, dos hombres que aparentemente tienen alas, hombres con
grandes penachos que probablemente fueron caciques o representaban algún cargo
de autoridad, una planta que se asemeja a la planta de maíz, un hombre
que sostiene algo que podría ser una lanza de cacería, o, podría interpretarse
como un instrumento de caleña o bien una señal de autoridad; manos además hay
animales: una tortuga, dos serpientes y una ave prehistórica.
Según
las investigaciones las figuras podrían haber sido hechas con el dedo,
utilizando pigmentos de origen mineral vegetal y animal. La pintura roja fue
extraída de barro rojo que hay en el lugar, el amarillo se extraía de
las rocas y también sacaban pintura de cascaras y hojas de árboles entre
los que se pueden mencionar son: Caoba, Nance y Nacascolo. Haberland considera
que la grasa animal fue utilizada para pegar los pigmentos de las pinturas.
Las
pinturas no fueron hechas en la misma época ya que según los estudios de
Haberland pueden tener lapsos de tiempo entre 600 a mil años de
diferencia. Por lo que se dice estas pinturas podrían tener una
existencia de cinco mil a 10 mil años AC. (Estas fechas aún no están
definidas, pero son las proximidades de los investigadores arqueológicos).
Otra de
las investigaciones que destacan es la de la Arqueóloga francesa Elisenda
Coladans, quien solicitó permiso a CONCULTURA (Consejo Nacional para la Cultura
y el Arte) para hacer sus propias averiguaciones del lugar a mediados de la
década de los 90. Con esta nueva investigación se quiere profundizar más al
respecto, pero secundó los detalles de Haberlan ya que coinciden en que las pictografías
rupestres datan de aproximadamente 10 mil años A.C.
Coladans
profundizo más en las investigaciones y visitó La Cueva de las figuras en el
Cantón Hondable del municipio de Corinto , en esta cueva se aprecia una
serpiente y muchos indígenas dibujados, asimismo viajo al municipio de Anamorós
(La Unión) en la llamada Cueva de los Fierros donde se encuentra un mono
dibujado con los colores verde y amarillo.
En el
año 2010 CONCULTURA realizó excavaciones lideradas por el
arqueólogo Shione Shibata, coordinador del departamento de Arqueología, según
Shibata con esta nueva investigación, trataba de llegar a la roca madre,
hasta ver si hay vestigios de la época paleolítica (antes de la
elaboración de cerámica) u ocupaciones de otros pueblos.
La Gruta
del Espíritu Santo a lo largo de la existencia ha adoptado diversos nombre y es
q según los antepasados este lugar era nombrado como “La Cueva del
Zuncuyo” debido a que estaba rodeada de árboles de Zuncuya, posteriormente
los visitantes al ver las antenas de algunos de los dibujos decían que
era “La Cueva del Diablo” y posteriormente decidieron
bautizarlo como “La Gruta del Espiritu Santo”
Este
sitio arqueológico posee un valioso tesoro histórico de El Salvador, el cual se
registra por decreto legislativo como Monumento o Patrimonio Nacional desde
1972, año en que de acuerdo con don Argelio Álvarez Villegas, quien trabaja en
el sitio como responsable del lugar “el lugar fue comprado por el Ministerio de
Hacienda ese mismo año; y de inmediato se transfirió al Ministerio de
Educación. La gruta del Espíritu Santo es considerada como el principal arte
rupestre de El Salvador ya que cuenta con más 10 mil años de existencia.
El
parque arqueológico, que en su totalidad está conformado por 25 manzanas, y los
propietarios del terreno fueron Jesus Ventura y Elida Ventura, ambos hermanos;
quienes heredaron parcialmente el terreno. Asimismo los señores Cruz Ortez y
Roberto Benitez, poseían otras parcelas, cuando vendieron el terreno en los años
70, costaba Un mil de colones (Moneda Salvadoreña y sustituida por el dólar
americano bajo la administración del ex presidente Francisco Flores
(1999-2004)) cada manzana de tierra El lugar es considerado, por científicos en
la arqueología, como la principal muestra de arte gráfico rupestre existente en
El Salvador.
Al
llegar a La Gruta del Espíritu Santo, se encuentra con la primera impresión del
sitio arqueológico, un pozo donde nace el agua, del que se dice al beber de esa
agua se prolonga la longevidad del ser humano.
En los
paredones se aprecian manos gigantes pintadas en color negro, amarillo y rojo;
personas tomadas de la mano; una planta de maíz seguro representa la
alimentación que ellos tenían, también un hombre con un penacho en la cabeza,
así mismo están otras que no solamente son pinturas sino que además están
enmarcadas en la pared, como el caso de una figura al parecer pingüino que este
ya es en petrograbado, también se encuentra la figura de un cangrejo que
posiblemente era uno de los alimentos consumidos debido a las cercanías del Rio
Corinto; donde aún se encuentran cangrejos, se identifican insignias o
iniciales marcadas en las rocas.
Empezando
el recorrido por el lugar se encuentra un círculo en el paredón, en este
circulo trabajaban los meses del año y la astronomía.
Continuando
con el recorrido hay un círculo en el techo que representa un solsticio que
posiblemente lo usaban para medir el tiempo según avanza el día, tiene los
cuatro puntos cardinales con base a los cuatro elementos clásicos,
oriente-fuego; poniente-tierra; sur-aire; norte-agua.
Por
la parte de arriba la cueva tiene forma de ave mirando al oriente, apuntando al
fuego.